segunda-feira, 28 de março de 2011

MALDAD COTIDIANA

         En un comentario anterior escribí sobre un libro del autor danés Christian Jungersen titulado “La Excepción”.
 A lo largo de sus paginas este libro habla de la maldad humana y lo hace desde dos dimensiones diferentes, en un primer plano estaría la maldad intrínseca de la humanidad y las cosas terribles que el hombre puede hacer con su semejante, siendo esta dimensión mas general el tema desarrollado anteriormente.
En el segundo plano estaría la maldad de lo cotidiano reflejada en los conflictos personales y profesionales que existen entre cuatro mujeres en su esfera laboral.
Considero este libro muy interesante, porque esta maldad y los conflictos que se reflejan en La Excepción, salvando las debidas distancias del contexto cultural, organizacional y personal pueden ser extrapolados a la mayoría de los ambientes laborales, incluido el mío, donde además de las consabidas luchas por el poder y de los diferentes intereses, existen una serie de fenómenos (que hoy en día cada vez son mas conocidos y estudiados) como el “Mobbing” o el “Bullying” que ocasionan muchas veces profundos daños psicológicos en las personas que sufren este tipo de comportamientos.
Existe una metáfora para definir el real funcionamiento de una empresa, estableciendo una analogía entre un iceberg y la propia empresa, siendo la parte del bloque de hielo que está por encima de la superficie el funcionamiento formal, la jerarquía de posiciones, reglamentos internos, normas de funcionamiento, etc., conocidos por todos.



La comparación continúa entre la masa de hielo y la empresa porque esta parte que es visible en ambos representan en la realidad un porcentaje pequeño, de la superficie real del iceberg y un porcentaje pequeño de lo que realmente pasa en la empresa, porque el efectivo funcionamiento de una empresa está profundamente condicionado por una serie de luchas de poder, intereses diversos, atracciones, conflictos personales, influencias, difamaciones, mentiras e miedos que no están a la vista pero que constituyen una fuerza intangible que en muchas ocasiones condiciona fuertemente el funcionamiento de la organización y muchas veces esta fuerza es destructiva y profundamente perjudicial para la empresa.
O dicho de otra forma el éxito de una empresa pasa necesariamente por reducir el impacto negativo de esta “parte sumergida”.
En la empresa que yo trabajo todo lo anteriormente dicho se desarrolla de forma exponencial, porque hay muchas personas que no miden los medios con tal de alcanzar los objetivos en estas luchas por el poder y donde esencialmente hay una mayoría silenciosa que en teoría estaría en sus manos poder cambiar esto pero permiten que cada día las cosas estén peor.
En un medio laboral o en cualquier otro donde existe un ambiente de conflictos y un ambiente hostil, llega un momento que las personas no consiguen ver mas allá del conflicto y las acciones practicadas por personas que viven en un conflicto grave están destinadas única y exclusivamente a sobrevivir en este ambiente adverso.
Y yo doy fe que tal como acontece en el libro, personas que me rodean y que no son malas personas son en ocasiones extremadamente crueles con otros compañeros y en la mayoría de las situaciones no tienen el mínimo remordimiento de conciencia porque no tienen la mínima noción de las consecuencias de sus actos, posiblemente resultado de un mecanismo de autodefensa, porque tal como escribí en el anterior texto  creo que el hombre tiene una capacidad increíble para auto justificar sus actos, incluso los peores actos posibles y una serie ilimitada de mecanismos y procesos mentales que consiguen que nos adaptemos a cualquier situación.
Ahora viene la pregunta fundamental, ¿soy yo una excepción a esto? Infelizmente y aunque haga un esfuerzo considerable por no dejarme atrapar por esa “parte sumergida” o caer en la tentación de justificar algunos de mis actos y no ser  igual a los  otros, es muy difícil ser inmune al veneno que me rodea y es importante que se diga, que ya estaba cuando yo llegué y no hice nada para contribuir a esta locura, además yo nunca hablo mal de nadie en privado, por tanto soy una victima de este sistema, no alimento conflictos, ni difamo a nadie y si en alguna ocasión hice algo de errado fue para defenderme, además os aseguro que yo duermo todos los días con la conciencia tranquila y me gustaría mucho que esto cambiase pero me parece imposible con el tipo de personas que hay aquí, porque hay personas malvadas y nadie quiere hacer nada, y yo no quiero tener problemas, no quiero tener nada que ver con estas situaciones, además es mejor no meterme en estos asuntos, y yo no tengo miedo de nadie y digo siempre lo que pienso, mi discurso es coherente con mis actos pero aquí el gran problema es que ellos son…
¿Os dais cuenta?
ASTRUV

1 comentário:

  1. Sí me doy cuenta, yo también soy parte de ese sistema mezquino y cruel que se sufre día a día en los trabajos. Desde mi propia experiencia no hay mejor cosa que haya algún despido repentino y asi hacer ver al resto lo importante que es el trabajo, en cosa de dias las personas que antes ni se hablaban ahora comenzaran a hacerlo, desconozco el motivo, tal vez miedo. No se en que parte del iceberg te encuentras, sí es en la superior te animo a realizar un par de despidos y las cosas cambiaran. CPF

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